12 enero, 2007

caricias en palabras




cuéntame historias.
mis sueños están agotados, hace tiempo que no encuentro ni una lágrima en mis ojos.
la vida, ya ves, es un triste motivo para seguir viviendo.
prefiero tener como motivo otras vidas... vidas que saltan, que tiemblan, que ríen.
vidas que sí pueden llorar. prefiero incluso otras vidas que se acaben.

cuéntame historias,
cántame cosas al oído, dime con voz suave las palabras
que encierran la clave de todos los siglos.

cuéntame historias de dragones dormidos sobre tesoros, de príncipes que luchan consigo mismos, de damas hermosas que precisan de ayuda... apenas me había dado cuenta de lo machista q es la mitología cuando todas estas cosas ya se quedaron en mi subconsciente.
y ahora es preciso que te salve continuamente.

olvida todos los cuentos. olvida los dragones, los príncipes, las damas en apuros, los guerreros, detectives, capitanes espaciales, los ejércitos imbatibles, escritores frustrados, prostitutas heroinómanas... olvídalos a todos.

cuéntame historias sobre ti.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

soy cristiano homosexual

mariña dijo...

mira... apunta alto... estoy bien aquí... un sentimiento común... falta de inspiración...

Anónimo dijo...

...soy un hada que todas las noches duerme con un sueño bajo el colchón, juega con dragones y mata príncipes azules porque luego, destiñen...

Anónimo dijo...

No tengo historias sobre mí porque un día vinieron los duendes de un mago llamado Zephirot a darme una paliza que me dejo casi al borde de la muerte y a robarme los sueños, las lagrimas, la sangre y la memoria...jodidos cabroncetes verdes...

Anónimo dijo...

hagamos algo productivo entre tanta mierda: yo te sigo contando historias sobre mí, tú las transformas en canciones, te conviertes en el próximo nacho vegas y a mí me pertenecen el cincuenta por ciento de los beneficios...

Anónimo dijo...

uhm... me salió mi otra identidad. lo siento. para usted, sigo siendo nyman.

Anónimo dijo...

no tengo nada que contarte ahora mismo pq acabo de hablar contigo! vaya mierdaaaa
ah, ayer m***** meo en el baño de los tios y paso mucho miedo. xD
no es de mi, pero esta emochionante

Anónimo dijo...

Hola, pues podría contarte aquella en la que me comi 3 pizzas gigantes de caviar haciendo una competición con la reina Isabel.. que no veas que coqueto tiene el baño. Aunque a lo mejor es mas interesante la historia de cuando gané el dakar, sólo que por aquel entonces no podían participar mujeres y claro.. no me dieron el premio ni pusieron mi nombre en la historia del rallie! malditos hijos de putaaa. Por aquel entonces se llevaba de moda ponerse una cebolla en el cinturón y un billete para cruzar gibraltar te costaba medio dólar.

Anónimo dijo...

Yo cambio mis historias por las tuyas, mientras tanto bla bla bla.

Anónimo dijo...

La historia no es mía y puede que ya la conozcas. Si no es así, espero que la disfrutes.


Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que mas me gustaba de los circos eran los animales.

También a mi como a otros, después me entere, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenia cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: "Si esta amaestrado, ¿por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y solo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mi alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.

La estaca era ciertamente muy fuerte para él......juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía...hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal acepto su impotencia y se resigno a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. Tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: LA FE.

Anónimo dijo...

...algun dia escribire algo digno de ser recordado...
...aunq sea una sola frase...

Anónimo dijo...

de repente me encuentro rodeada de gente que me inspira hasta en los más mínimos gestos.
aquí surgen historias y lágrimas sin pedirlas.
y tú que pensabas que Estocolmo era una tierra árida y fría...