18 septiembre, 2006

duetos




¿necesitamos una pareja?

la respuesta para mí está clara: no.

nunca he sido víctima de ningún tipo de dependencia, salvo de una necesidad pasajera de tabaco y, eso sí, de la llamada matutina inexcusable del café que me convierte en humano.

no creo, por lo tanto, en una necesidad real de estar con otra persona (en el sentido "estar en pareja") y sí en una necesidad, como tantas otras, creada. en la sociedad de consumo la necesidad emocional, existente ya naturalmente en nosotros, se acentúa como consecuencia directa de la manipulación y el aislamiento producidos por la comunicación incomunicativa. la frialdad es la única mano que rozamos en la caricia, el tacto vibratorio de los aparatos electrónicos y las voces magnetizadas que nos cantan desde nuestras minicadenas y nuestros televisores, atrapándonos a veces en cadencias obsesivas e insanas, llevándonos a veces a pensar que es imposible vivir y ser feliz sin "tener", "poseer" y "ser poseído" de una forma emocional, platónica, sexual.

cuando una relación amistosa consigue llenar todos los huecos platónicos en la necesidad momentánea de compañía, o simplemente en el encuentro casual o convenido, no es necesaria la posesión para la comodidad, la diversión e incluso la química.

no tengo pareja y soy feliz.

una reflexión más sobre las parejas, que me inspiró a escribir este post, aquí

y que conste que a pesar de todo este rollo, yo sigo creyendo en el amor.


15 septiembre, 2006

pasen y vean al funambulista



tightrope walker (equilibrista)



el problema no tenía mayor trascendencia, supongo. pero al fin y al cabo era un problema. supongo que el problema era que no sabía cómo resolver el problema. creo que empiezo a repetirme. cuando llevas toda la vida andando por la cuerda floja, no le prestas mucha atención.

atención, esto no es una metáfora. llevo toda la vida en la cuerda floja.

¿cómo sucedió?

antes pasaba mucho tiempo en la cama; me gustaba soñar. es fácil asegurarse las imágenes mediante el consumo de ciertas hierbas, ¿sabe? una mañana me levanté con intención de poner los pies en el suelo, y apareció esa maldita cuerda. todo lo que pisaba era esa maldita cuerda. y el vértigo... ¿tiene un cigarrillo? gracias. por favor, acérquemelo. no puedo inclinarme mucho o me caeré. gracias. hablar de este tema me pone nervioso.

el caso es que caminaba, siempre con un pie pegado al otro, hasta que me adapté a la nueva situación y pude hasta bailar sobre la cuerda. a partir de entonces todo empezó a ser más fácil. pero en el fondo seguía sintiendo el miedo, como aquella mañana, como el primer día, cuando me levanté. no sé cómo, le juro que no sé cómo ocurrió, pero ocurrió... que mi cama estaba ahí arriba, no sé cómo alguien la había colgado arriba. y a mi alrededor todo eran payasos y malabaristas, acróbatas y domadores, todos cumpliendo su papel en el espectáculo. como no podía ser de otra forma, me enamoré de la bailarina principal. ya sabe cómo son estos estúpidos cuentos. ¿tiene fuego? gracias. pues eso, a lo que iba... no podía bajar de la cuerda ¿entiende?

aquello estaba endiabladamente alto, no podía bajar, de verdad. y cualquier cosa servía para inclinarme a un lado o a otro. yo nunca pedí ser equilibrista ¿sabe? ¿por qué iba a pedirlo? yo siempre había tenido miedo a las alturas, y esa pesadilla recurrente de que me caía desde muy alto, como todo el mundo... ¿sabe lo que dicen los psiquiatras de eso?

y tampoco me gusta el circo, nunca me ha gustado. los payasos me dan miedo, como a todo el mundo. tampoco pedí despertar en esa estúpida carpa, con mi cama suspendida a treinta metros de altura... ja... pero estas cosas simplemente ocurren, como suele decirse. de nada tenía certezas. entiéndame, mi mundo había volcado tan de repente, para convertirse en algo tan rocambolesco... sí, rocambolesco, estrafalario. y ¿qué decir? ya se sabe, todas las historias son historias de amor. yo me enamoré de la bailarina principal. no me di cuenta de lo estúpido que era aquello porque nunca había visto un musical, y no sabía que en los musicales siempre se enamoran todos de la bailarina más guapa, que es la principal.

y aquí también era la principal, hacía un número increíble con una silla y un kilo de limones... no, no, el espectáculo era para todos los públicos. todo esto se podría evitado de haberme quedado en la cama. a lo mejor, de haberme dormido otra vez, hubiese despertado de nuevo en mi vida anterior, normalizada, donde la gravedad no suponía un problema. o a lo mejor incluso en otro lugar, despertarme quizá en un musical, y ser el bailarín, y tener posibilidades de ser amado. pero no las tenía porque vivía en una estúpida cuerda. ¿puedo echar la ceniza en el suelo? gracias.

y cuando llegaba la noche, trepaba otra vez hasta mi cama. al menos al principio; luego empecé a tenerle miedo también. pensé que no podía regalarme ni unas horas de horizontalidad. poco a poco, aprendí por fuerza a dormir de pie sobre la cuerda. y a veces me sentaba un poco en el medio, ese era todo el reposo que le permitía a mi cuerpo. ese y algún cigarrillo convenientemente encendido por algún trapecista. no es que hiciera falta que me lo encendiera un acróbata, pero ya sabe cómo son en el mundo del espectáculo, a todo les gusta darle pompa.

y es un problema, temer secretamente al desequilibrio. es así, ¿sabe? funciona por concentración; todo en la vida funciona por concentración. si quieres hacer algo tienes que poner toda tu voluntad en hacerlo, y que nada, nada te distraiga. usted puede sentarse si quiere. perdone que no me acerque más, ya sabe lo que arriesgo.

otro problema era precisamente que yo sí tenía con una distracción... una distracción preciosa. creo que todo el mundo en el circo estaba secretamente enamorado de ella, incluso jorge, el domador supuestamente zoófilo. yo siempre tuve la certeza de que las miradas y las escuchas la atrapaban a ella, porque estaban a su vez atrapadas por ella. todo eran moscas a su alrededor, ya me entiende. yo sentía el vértigo crecer cada vez que pronunciaba su nombre. ¿que cómo se llamaba ella? no lo sé. gudrick el magnífico, el famoso mago hipnotizador (pases a las ocho y a las diez), utilizó su poder conmigo para hacerme olvidar su nombre cuando ella se marchó. decía que la palabra podía ser fatal para mí, provocarme un desequilibrio... y después del desequilibrio vendría la horizontalidad permanente, usted ya me entiende.

no, no se fugó con el trapecista. usted se cree que esto es un cuento. no, no lo es. no, parece un cuento pero no lo es. es la pura realidad. déjeme a mí contar el final. todo el mundo, como digo, estaba enamorado de ella... y yo más que nadie, creo. bueno, cierto que los demás eran más efusivos en sus muestras de afecto, pero también tenían la ventaja indiscutible de poder acercarse a ella. yo sin embargo permanecía arriba, triste, y cuanto más pensaba en su sonrisa, en sus danzas, en su manejo de los limones... cuanto más pensaba, más dudaba al caminar, más sudaba, más difícil se me hacía vivir en la cuerda. y el sueño de la caída se me repetía una vez y otra. ¡sabe usted, sí yo hubiese podido, hubese cortado mi cuerda para poder atar una estrella fugaz y regalársela! perdone la cursilería, es lo que suelen decir en los cuentos ¿no?

pero la cosa aún podía ponerse peor. el director del circo, viendo el descenso de las cifras de ventas, decidió aunar a los circenses para hacer números combinados. en mi número, para mayor dramatismo, se incluyó a la bailarina. el espectáculo tendría lugar la semana siguiente a su anuncio. yo estaba tan asustado que me pasaba el día agarrado a la cuerda para no caerme.

y claro, inevitablemente, el día llegó. el espectáculo era sencillo. ella tenía que recorrer en bicicleta la arena del circo, mientras que yo me balancearía en la cuerda con gracilidad, esquivando los limones que la dama me arrojaría en sus cabriolas.

antes de empezar el espectáculo, me invadió una tranquilidad que asocié con la media botella de whisky que me había dado mi amigo el trapecista, y que le había devuelto vacía en cuanto el balanceó le permitió recogerla, al grito de "¡aprovechao!"

y cuando los limones pasaron rozándome, nada me preocupaba. un pensamiento me abordó, y era la idea terrible de que, si ella no iba a amarme, prefería morir así, alcanzado por lo único suyo que había podido tener: un limonazo en la oreja. cerré los ojos y me detuve en la trayectoria del último limón que su hermoso pie me había lanzado, recitando para mí los famosos versos del poeta, "me tiraste un limón, y tan amargo..." y cuando el limón me acertó, y sentí que el vértigo hacía finalmente presa de mí, el maldito trapecista me recogió en el aire.

¡no se conformaba con emborracharme antes de una actuación!¡tenía además que abortar mi intento de suicidio!

aquella noche todos pasaron miedo, y ella la primera. decidió dejar el número y el circo, que tantos sustos le habían dado ya, para dedicarse a bailar desnuda en clubs a los que nunca podré ir por culpa de esta mierda de maldición.

y este que sostengo en mi mano es el limón, el mismo que ella me arrojo, lo único que me queda ya de ella.

y ahora que no hay nadie aquí, salvo usted y yo, ¿podría hacerme un favor? verá, es que se me da mal la autoaniquilación... no puedo perder el equilibrio voluntariamente. lo máximo que puedo hacer es entregarme pasivamente a la voluntad de quien quiera darme un pequeño empujoncito. ¿le importaría...?

¿le importaría tirarme este limón a la oreja?


09 septiembre, 2006

desintoxicación




tengo el cuerpo...
frío.

no es normal este frío con este calor.

tras horas y horas de estudio inconcluyente, el sabor pastoso en la boca y el desierto nocturno en la mente de la arena arrastrada por el viento. la misma arena que solía correr por mi nariz cuando era un yonqui.

tengo frío.

necesito una canción que me haga sonreír.
despertar de mi insalubridad virtual.

08 septiembre, 2006

chapdelaine



respecto a mis comentarios sacrílegos del otro día, debo decir que los reitero.
voy a inaugurar una nueva religión.
y mi Dios va a ser este tío.

06 septiembre, 2006

no puedo más...




citando a laura pausini...

"no tengo ganas de estudiar".





pero creo que voy a conseguirlo...

sí.

con un poco de lágrimas y mucho, mucho...

sudor





05 septiembre, 2006

¿blasfemia? puede ser, pero si mi dios fuese una bolsa de panchitos, no creo que vosotros me respetaseis a mi



la cuestión es ¿por qué unas religiones valen más que otras? si nos hubiesen enseñado a creer en un bárbaro del siglo X, ¿hubiésemos empezado a contar el tiempo a partir de su muerte?¿le habríamos dedicado una festividad?¿y si nuestro Dios fuese Giorgi Dan? ahí quedan esas cuestiones... la foto me la consiguió mi proveedor de documentación, el white russian ese...

y el video de abajo también merece un vistazo...


04 septiembre, 2006

el transformador




duele pensar en nada y sentirlo todo.
no soy un intelectual, aunque a veces lo parezco, ni un bohemio, aunque a veces finjo serlo.
soy un desgraciado, como todos vosotros, pero con una buena luna encima, la media luna, la curva luminosa. yo pensé primero que pensaba demasiado, y lo último que pensé fue hacerme transformador. supongo que eso fue lo que hizo que algunos pensaran, incluido yo mismo, que quería fingir que la realidad fuera una película. pero no importa. por encima de cualquier otra cosa, quería ser transformador. me desanimaron, me dijeron "no puedes hacer eso". y me dijeron también que ese oficio no existía. me preguntaron si era algún tipo de enchufe. me preguntaron si me creía amelie o qué. ¿y por qué no?¿por qué no ser el personaje que hace mucho tiempo quise ser? y qué estupidez, lucir el ego, escribir para que leáis quién soy, o quién quiero ser, para que sepáis que soy otro predicador de verdades hace tiempo dormidas que de vez en cuando despiertan, de medias lunas que sólo tienen lugar cuando ningún planeta se alinea con este en que la sombra hace olvidar el tiempo y recordar tantas veces las horas. en este mundo de desgraciados, como todos, todos nosotros, todos con un problema, todos con un motivo para llorar y ninguno para mirar arriba, ni siquiera para ver el astro nocturno a través del agua salada, borroso y con un halo alrededor. tenemos motivos para llorar, ¿no es así? mil veces sí. mil veces. tantas cosas se nos han muerto que parece imposible que acabe el velatorio. pero dejadme intentar sacaros de allí, dejadme una sola vez, que os salve de los monstruos que no pueden amar a nadie, pobres criaturas solitarias. yo nací bajo esa luna clara y brillante, y voy a cumplir mi oficio, voy a transformar todas vuestras caras tristes en la curva blanca de la luna. eso es todo lo que quiero. una sonrisa en tu cara, en tu cara desconocida.
un oficio muy duro a veces, el de transformador.


felices vacaciones



a la justicia, a la comprensión, a la esperanza, a la inteligencia, a la bondad... en honor a las vacaciones que, parece, se están tomando.

os echamos de menos, chicas.

pero que conste que no sois nada sin nosotros.

03 septiembre, 2006

videoclips

algunos de los videoclips más hermosos que he visto.






02 septiembre, 2006

esta coraza no puede durar para siempre




ojalá algún día lo consiga.
crear una coraza tan fuerte, que nada pueda derribarla.
pero no es la que llevo ahora.
aún tengo miedo a ser quien soy en realidad.


01 septiembre, 2006

he vuelto



ves qué bien?
ves qué bien?
he vueltoooooooo
qué suerte tengooo
y tienes tú también

pues nada, un verano largo y fatigoso y aún mucho que estudiar, así que os dejo con algunas de las cosas que he visto este verano y que más gracia me han hecho



de lo mejor que podía verse en la tele...



y un tremendo fenómeno que me ha descubierto una amiga...



bienvenidos y gracias por visitarme de nuevo ;)