él era un hijo de puta,
con perdón de mi madre y de mi hermano.
mataba luces con la mirada,
mataba insectos con las dos manos.
mataba horas, mataba caras,
mataba cigarrillos blancos.
él era un hijo de puta,
con perdón de mis amigos y mis enemigos.
un auténtico cabrón de pago.
una oveja negra familiar,
un pincha-globos
y un bohemio de palo.
la misma mierda que le cubre ahora
le sirvió entonces para ser más alto.
él era un hijo de puta,
como algunas veces nosotros lo fuimos.
como muchos de sus allegados,
como sus parientes más queridos
y especialmente como los más cercanos.
desearía que se hubiera muerto,
pero sólo le matará
la primavera.
3 comentarios:
Todos somos unos grandísimos hijos de puta, con perdón de nadie.
El dolor nos hará libres.
por fin tengo conexión...a partir de ahora tendré la comodidad suficiente como para estar en contacto contigo habitualmente, lo cual me alegra sobremanera y me pone muuuuuuuy contenta!!!!!
Has escuchado a Elliot Smith julepe???es que lo acabo de descubrir y me parece un tipo bastante interesante y con muchas buenas canciones...creo que te gustaría...
Hablamos!!!! Abrazos desde La Rioja
Ah!Por cierto, las horas no se matan, se suicidan ellas solas...
un ataque de esos de alergia primaveral...seguro.
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