24 octubre, 2008

no country for old men


Acabo de ver la película y leer el libro de No country for old men. Todo esto viene a cuento porque hace escasamente un par de semanas o así que los Coen estrenaron su siguiente película: Quemar después de leer, de la que ya hablaré más adelante.

Respecto a la película de la que hablo ahora, y más después de leer el libro de Cormac McCarthy, debo decir que encuentro la prosa de ambos perfectamente correlacionada. El film de los Coen es una transposición ideal de las páginas a la pantalla. De hecho, uno de los mejores ejemplos de adaptación cinematográfica de una novela que haya visto en mi vida.

El libro en cuestión es un arma dramática de narrativa seca y acerada. Sus personajes se encuentran perdidos ante una realidad destructiva que no comprenden, personificada en el terrible Anton Chigurh.

De la película puede decirse exactamente lo mismo.
Cabe añadir, eso sí, que técnicamente se trata de un hermoso viaje a un territorio árido y desconcertante. Todo aquello que en la novela se comporta como un trasfondo, en la película se traduce como rasgos de género; en efecto, No country for old men tiene elementos de western: tanto sus personajes desengañados, duros, ceñidos a pétreos principios morales a los que les obliga la supervivencia, como sus paisajes desoladores: los de tierras fronterizas entre Estados Unidos y México. Al igual que Los tres entierros de Melquíades Estrada (en que Tommy Lee Jones interpretara prácticamente al mismo personaje), el drama y los componentes de otros géneros (cine negro en el caso de No country for old men, cine negrísimo) se confunden acertadamente con algo que casi podría llamarse "post-western".

Altísimamente recomendable, tanto por su magnífico guión, tan estrictamente ceñido a la novela que apenas recorta un poquitín de aquí o allá, como por sus excelentes interpretaciones del citado Tommy Lee, de un atemorizante Bardem y un correcto Josh Brolin (y por supuesto la, como siempre, estupenda intervención de Woody Harrelson, a cuyo nombre dedicaré algún día una fundación o algo) y una dirección tan austera como exige el relato. Excepcional.

Adjunto escena. Hale.

2 comentarios:

Calpurnia dijo...

nihilistas todos!!
has visto que bien aprendo?

Anónimo dijo...

...si señor...
...creo que soy de los pocos en mi entorno social al que le gusta la peli...
...cosa que no entiendo xq hay gente a la que le gusta ese tipo de cine...
...en fin...
...odio a las personas...